viernes, 15 de enero de 2010

Fuerzas Especiales de Cristo



En una de las grandes batallas de la Guerra Civil, en Estados Unidos de N.A. un recluta que había perdido su compañía durante una gran confusión, se aproximó tímidamente al general Sheridan y le preguntó que ha dónde debía entrar. --¿Entrar? –rugió el general con una voz de trueno tan terrible que aterrizó al ya asustado recluta, más que todo el cañoneo y el estruendo de los mosquetes--, entra a donde quieras; se está combatiendo en toda la línea. Cualquier vida resplandecerá de belleza, y se levantará en grandeza si en todo servimos conscientemente al Señor.
2 TIMOTEO 2:1-12
1 y tú, hijo mío, saca fuerzas de la bondad que Dios te ha mostrado por medio de Cristo Jesús. 2  Lo que me has oído decir delante de muchos testigos, encárgaselo a hombres de confianza que sean capaces de enseñárselo a otros. 3  Toma tu parte en los sufrimientos como un buen soldado de Cristo Jesús. 4  Ningún soldado en servicio activo se enreda en los asuntos de la vida civil, porque tiene que agradar a su superior. 5  De la misma manera, el deportista no puede recibir el premio, si no lucha de acuerdo con las reglas. 6  El que trabaja en el campo tiene derecho a ser el primero en recibir su parte de la cosecha. 7  Piensa en esto que digo, porque el Señor te lo hará comprender todo. 8  Acuérdate de Jesucristo, que resucitó y que era descendiente del rey David, según el evangelio que yo anuncio. 9  y por causa del evangelio soporto sufrimientos, incluso el estar encadenado como un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada. 10  Por eso lo soporto todo en bien de los que Dios ha escogido, para que también ellos alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús. 11  Esto es muy cierto: Si hemos muerto con él, también viviremos con él; 12  si sufrimos con valor, tendremos parte en su reino; si le negamos, también él nos negará.

Soldado según el diccionario de la R.A.L

(Del lat. *solidatus, de solidus, sueldo).
1. com. Persona que sirve en la milicia.
2. com. Militar sin graduación.
3. com. Persona que es esforzada o diestra en la milicia.
4. com. Persona que mantiene algo, sirve a algo o a alguien, o es partidaria de algo o de alguien.
5. m. El que ha servido todo el tiempo a que estaba obligado, y permanece en el regimiento hasta obtener la licencia.
6. com. soldado que libremente se alista para el servicio.


Soldado según el Griego

A. Nombres Stratiotes (στρατιώτης) , soldado. Se utiliza: (a) en sentido natural (p.ej., Mat_8:9 Porque yo mismo estoy bajo órdenes superiores, y a la vez tengo soldados bajo mi mando. Cuando le digo a uno de ellos que vaya, va; cuando le digo a otro que venga, viene; y cuando mando a mi criado que haga algo, lo hace.; (b) metafóricamente, de uno que soporta penalidades por causa de Cristo (2Ti_2:3).

B. Verbos strateuo (στρατεύω), siempre en la voz media en el NT, se traduce «unos soldados» en Luk_3:14 También algunos soldados le preguntaron: Y nosotros, ¿qué debemos hacer? Les contestó: No le quiten nada a nadie, ni con amenazas ni acusándolo de algo que no haya hecho; y confórmense con su sueldo., donde el verbo se emplea en participio presente plural; «fue … soldado»; también en 1Co_9:7 ¿Quién sirve como soldado pagándose sus propios gastos? ¿Quién cultiva un viñedo y no come de sus uvas? ¿Quién cuida las ovejas y no toma de la leche que ordeña? Nota: En 2Ti 2:4, stratologeo se traduce «que le tomó por soldado» (RV, RVR; VM: «que le alistó por soldado»). Metafóricamente, de conflicto espiritual (2Co_10:3  Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4  porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; militar la buena milicia  1Ti_1:18  Este andamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las pasadas profecías acerca de ti, milites por ellas la buena milicia; 19  reteniendo la fe y buena conciencia, la cual desechando algunos, naufragaron en cuanto a la fe.  

ANÉCDOTA: POLICÍA PUESTO POR DIOS PARA SERVIRLE 

En la ciudad de Birmingham, un policía se convirtió al cristianismo.  Pero cuando desempeñaba su trabajo presenciaba tales cuadros de pecado y desgracia, que por un tiempo su esposa y él pidieron a Dios que les abriera la puerta de otro empleo.  Oraron, pero no se recibió respuesta. Por fin, un día él dijo a su esposa: “Me parece que hemos cometido un error: Hemos implorado que se me conceda cambiar de empleo, pero empiezo a creer que Dios me ha colocado como policía a propósito. Ahora voy a pedirle que me ayude a servir donde estoy”. Así principió su vida de magníficos servicios. Su influencia sobre los demás policías creció tanto que pronto lo nombraron director de detectives. Fue el instrumento que Dios usó para convertir a varios criminales. Dios le ha puesto a usted donde se encuentra ahora, porque sabe que allí es donde puede rendir el mejor servicio.

El primer cristiano gentil era soldado. Unos tres años y medio más tarde, un soldado romano, un centurión, envió dos sirvientes y “un soldado devoto” para invitar a Pedro a ir a Cesarea. Ante la predicación de Pedro, Cornelio y su casa, que probablemente incluiría a aquel “soldado devoto” que estaba a su servicio, recibieron el derramamiento de espíritu santo y se convirtieron en los primeros gentiles que formaron parte de la congregación cristiana. (Hch 10:1-7 y 44-48 1  Había en la ciudad de Cesarea un hombre que se llamaba Cornelio, capitán del batallón llamado el Italiano. 2  Era un hombre piadoso que, junto con toda su familia, adoraba a Dios. También daba mucho dinero para ayudar a los judíos, y oraba siempre a Dios. 3  Un día, a eso de las tres de la tarde, tuvo una visión: Vio claramente a un ángel de Dios que entraba donde él estaba y le decía: "¡Cornelio!"4  Cornelio se quedó mirando al ángel, y con mucho miedo le preguntó: "¿Qué se te ofrece, señor?" El ángel le dijo: "Dios tiene presentes tus oraciones y lo que has hecho para ayudara los necesitados. 5  Manda a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir a un hombre llamado Simón, que también es conocido como Pedro. 6  Está alojado en casa de otro Simón, un curtidor que vive junto al mar." 7  Cuando se fue el ángel que le había hablado, Cornelio llamó a dos de sus sirvientes y a un soldado que era muy religioso y de su confianza; 44-48 44  Todavía estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo vino sobre todos los que escuchaban su mensaje. 45  y los creyentes procedentes del judaísmo que habían llegado con Pedro, se quedaron admirados de que el Espíritu Santo fuera dado también a los que no eran judíos, 46  pues los oían hablar en lenguas extrañas y alabar a Dios. 47  Entonces Pedro dijo: ¿Acaso puede impedirse que sean bautizadas estas personas, que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros? 48  y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Después rogaron a Pedro que se quedara con ellos algunos días.)

Un soldado muestra bondad a Pablo: Cuando el apóstol Pablo fue llevado a Roma en barco debido a que había apelado a César, se le puso bajo la custodia de una división de soldados al mando de un oficial de la banda de Augusto llamado Julio. Este hombre trató a Pablo con bondad y le permitió ir a ver a sus amigos y disfrutar de su hospitalidad. Al principio no debía creer que Pablo tuviese la guía de Dios, así que prefirió hacer caso al dueño de la nave y al piloto. No obstante, después de que la nave se halló a merced de una gran tempestad durante varios días, Pablo relató una visión que había tenido, en la que se garantizaba la vida de todos los que se hallaban en el barco, y en esta ocasión el oficial y sus hombres le escucharon. Cuando la embarcación comenzó a hacerse pedazos cerca de Malta, los soldados se dispusieron a dar muerte a todos los prisioneros, pero Julio deseaba que Pablo saliera ileso y se lo impidió. (Hch 27:1, 3, 9-11, 20-26, 30, 31, 39-44.) Una vez en Roma, se permitió a Pablo vivir en su propia casa alquilada bajo la custodia de un soldado. (Hch 28:16, 30.)


Uso simbólico: Al defender su apostolado en su carta a la congregación de Corinto, Pablo escribió: “¿Quién es el que jamás sirve de soldado a sus propias expensas?”. (1Co 9:7.) Aunque Pablo no había aceptado ayuda material de los corintios, con estas palabras razonó que, como soldado al servicio de su Amo, Cristo, ciertamente tenía autoridad para recibir esa ayuda. Pablo también consideró soldados de Cristo a los que trabajaban en cooperación con él en la predicación de las buenas nuevas, y los llamó ‘compañeros de armas’. (Flp 2:25; Flm 2.)
Pablo había encargado una pesada responsabilidad a Timoteo, por lo que le escribió: “Como excelente soldado de Cristo Jesús, acepta tu parte en sufrir el mal. Ningún hombre que sirve como soldado se envuelve en los negocios comerciales de la vida, a fin de conseguir la aprobación de aquel que lo alistó como soldado”. (2Ti 2:3, 4.) Un buen soldado espera dificultades, y sabe que tiene que estar listo para servir en todo momento y aguantar en medio de las condiciones más difíciles. Mientras toma parte en una guerra, el soldado no busca su propia comodidad ni lo que a él le agrada. Su tiempo y energías están supeditados a las órdenes de su superior. Además, un soldado abandona su negocio, granja, oficio o vocación con el fin de servir en el ejército. No se envuelve en otras actividades que apartarían su mente y sus energías de lo más importante: la pelea en la que participa. De no hacerlo así, probablemente perdería su vida o la de los que dependiesen de él. Según los historiadores, los soldados romanos no podían participar en ningún tipo de actividad comercial, y tenían prohibido actuar como tutores o curadores de cierta propiedad, para evitar que se distrajeran de su propósito como soldados. Bajo la ley mosaica, el hombre recién casado, el que tuviera una casa que aún no hubiese estrenado o una viña de la que no hubiese recibido fruto estaba exento del servicio militar. Además, un hombre que fuese temeroso ciertamente resultaría ser un mal soldado y socavaría la moral de sus compañeros; por eso la Ley también eximía a tal hombre. (Dt 20:5-8.) De modo que los cristianos, fuesen de origen judío o gentil, captarían en seguida la fuerza de la ilustración de Pablo.
En la carta a los Efesios, Pablo bosquejó claramente que el soldado cristiano no lucha contra sangre y carne, sino contra “las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales”. Por lo tanto, la armadura que se necesita para esta lucha no se puede conseguir de fuentes mundanas, sino que tiene que ser la armadura que proviene de Jehová Dios, quien da la victoria por medio del comandante de su ejército, Jesucristo. (Ef 6:11-17.)

MILICIA

Strateia (στρατεία), primariamente hueste o ejército, vino a denotar guerra. Se usa de conflicto espiritual en 2Co_10:4; 1Ti_1:18, «milicia» en ambos pasajes.
Nota: Para «compañero de milicia» en Phi_2:25; Flm 2, traducción de sustratiotes, véase COMPAÑIA, B, Nº 3.

ANÉCDOTA:  APRENDIÓ BIEN DE SU BUENA MAESTRA 

Cuando yo era capellán del ejército atendí a un soldado moribundo, al cual yo conocía, y le pregunté si quería enviar a su madre algún mensaje conmigo.  Me contestó: “Sí. Por favor dígale que muero con toda felicidad”.  Le pregunté otra vez si quería algo más, y me dijo: “Sí.  Escriba usted, por favor, a mi maestra de la escuela dominical y dígale que muero con toda felicidad.” Le pregunté otra vez si quería algo más, y me dijo: “Sí.  Escriba usted, por favor, a mi maestra de la escuela dominical y dígale que muero como cristiano, fiel a Cristo; y que nunca olvidé las buenas enseñanzas que ella me dio”.  Yo conocía a esa maestra; y le escribí.  Pocas semanas después me contestó:”...¡Que Dios me perdone! ¡Que Dios me perdone! Pues hace un mes renuncié a mi cargo de maestra de escuela dominical, porque yo pensaba que mi trabajo con esos niños no servía ni valía para nada... e impulsada por mi cobarde corazón, y por falta de fe, abandoné a mis alumnos... y ahora recibo la carta de usted en la que me dice que mi enseñanza fue un medio para ganar un alma para Cristo... ¡Estoy decidida a trabajar otra vez en el nombre de Cristo, y le seré fiel hasta el fin de mi vida!